miércoles, 5 de septiembre de 2007

No hay espacio para el Casio

Lo vi por primera vez en una gasolinera en General Mitre, mientras compraba comida para gatos, un domingo a las diez de la noche. Se trata del “Piano Enrollado”, nacido de una relación incestuosa entre un rollito de primavera y un órgano electrónico Casio entrado en años.

Atención a la referencia:

«Si Beethoven o Liszt levantaran la cabeza no darían crédito a sus ojos, un piano de 61 teclas que se puede llevar enrollado bajo el brazo. Un regalo que suena a música celestial. Si alguna vez has soñado con un piano que puedas transportar sin problemas, aquí lo tienes. Cuenta con 61 teclas de suave y agradable tacto, 100 diferentes tonos, 100 ritmos de acompañamiento, 30 canciones de demostración, control de volumen, salida para auriculares, salida MIDI y función de grabación de hasta 56 notas. Incluye bolsa de transporte.
Funciona con pilas y adaptador de corriente ambos incluidos.»

Sin duda, será el regalo de estas navidades.

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