jueves, 25 de octubre de 2007

Cobarde, insolidaria, miedica y socialmente despreciable

Me da un poco de vergüenza lo que ahora voy a relatarlos, pero creo que es el momento.

Soy cobarde, insolidaria, miedica y socialmente despreciable. Y todo esto me da mucha vergüenza. Vaya, que respondo al perfil de la persona que ha presenciado una agresión y se ha quedado paralizada, según afirmaban ayer varios psicólogos en La Vanguardia.

No estaba en ese vagón de Ferrocarrils de la Generalitat, pero siento como si hubiera viajado esa noche en el convoy

No conozco a la joven colombiana que sufrió ese ataque atroz, pero tal vez me haya cruzado con víctimas de agresiones de igual envergadura.

Espero nunca haberme cruzado con ese racista de mierda, pero creo que me he cruzado con desgraciados de la misma calaña y les he visto actuar.

Y sin embargo, cuando hace unos años presencié a media docena de salvajes atacando a un púber por llevar un brazalete con la bandera catalana, me quedé igual de paralizada. Como también se quedaron paralizados los otros cincuenta viajeros que se encontraban dentro del vagón que transitaba entre Arc de Triomf y Plaza Catalunya. A nadie le deseo pasar por semejante experiencia.

Nadie hizo nada ante ese maltrato. Cuando el tren se apeó, varios viajeros salimos corriendo tras ellos para poderles denunciar frente los agentes de seguridad que había en la segunda estación más importante de Barcelona. Pero, los “profesionales de la seguridad” que se encontraban en la zona de validación de billetes se giraron sólo para ver como saltaban esos delincuentes por encima de los torniquetes.

Volvemos a la actualidad. Han pasado ya tres días (?) de la agresión que ocupa portadas de diarios y los paseos, las cervezas y las apariciones antes las cámaras el desgraciado que debía estar entre rejas, son directamente proporcionales al miedo que tiene la víctima a salir de su casa.

Parece que hoy la judicatura se la puesto las pilas y, finalmente, los jueces han puesto en marcha unos mecanismos que, hasta 72 horas después de lo ocurrido parecían cobardes, insolidarios, miedicas y socialmente despreciables.

1 comentario:

Vailima dijo...

Si te sirve de consuelo: mal de muchos, epidemia.
un abrazo